sábado, 15 de agosto de 2009

London burning!

Londres. Verano. Calor -de hecho, el día más caluroso del año según la prensa. El lugar antaño más cool del planeta se ha convertido ahora en un gran parque temático lleno de españoles tan pesados como tú.

Después de esperar las colas interminables en el Tesco por un litro de agua, que es en realidad caldo, y de arrastrar tu pie para comprar unas sandalias porque es el segundo par que desgracias, te quedan pocas ganas de ponerte pejiguera a la hora de comer.

Del mismo modo, intentas reprimir ese impulso que te lleva siempre a entrar en cualquier franquicia conocida y engullir el último sándwich que se les haya ocurrido. Brainstorming entre los que saben y al gran Eduardo Suárez -otro leonés de pro- se le ocurre un “aquí te pillo, aquí te mato” muchísimo mejor.

Se llama Busaba y es perfecto si quieres huir de los siempre peligrosos, culinariamente hablando, alrededores de Oxford Street. Se trata de un tailandés limpio, amplio y económico (11-15 libras por barba aprox.). A pesar de ser céntrico, está bastante escondido (Bird Street, 8-13). Lo mejor es que no hay mucha gente, comes a tus anchas, incluso un día de julio. Los calamares (Thai calamari), el pollo al ajillo envuelto de crujientes hojas de bambú (Pandan chicken) y el arroz de coco (Coconut rice) están buenísimos. Todo de picoteo corrientillo y bajo recomendación para no pillarse los dedos ni salir con la lengua escaldada por una arriesgada y picante elección.

Pero una, que es curiosa y algo caprichosa, se escapa al día siguiente para probar un plato que se le ha quedado rondando en la cabeza: Pad kwetio, sabroso y abundante, sí, aunque esta vez, una diet coke no es suficiente: salida por patas con la lengua más que colorá a por esa agua-caldo del Tesco.


'London Calling' ('and burning', añado) - The Clash

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Bienvenida al club dondecomendos. Me parece estupendo el guiño a la comida picante. Así que las leonesas de pro cuando visitan Oxford se vuelven todavía más spicy. Genial ;-)Ya estoy deseando leer tu próximo post

Martínez dijo...

Como debe ser: tenemos que conjurar la tentación de recurrir a una franquicia planetaria cuando estamos en territorio desconocido. En cuanto al tailandismo, habrá que hablar pronto de dos buenos y asequibles de Madrid, el Oam Thong y el Krachai.

Massi dijo...

Momento 'Stop franquicias'...jejeje!