lunes, 23 de abril de 2012

La Judería

Después de varios meses sin escribir en este blog, vuelvo para remediar a un gran fallo: no haber presentado nunca uno de mis restaurantes favoritos. Se llama La Judería y está al número 5 de la calle Judería Vieja, en Segovia. Vamos, aquí:


Es un restaurante de comida de Oriente Medio (siria, en particular), aunque se pueden comer también platos típicos españoles y segovianos. Lo cual sería un error. No que la elección tradicional no esté a la altura, sino porque se pierde la ocasión de comer algo distinto, rico y verdaderamente cuidado.

Y llego a explicar por qué es uno de mis restaurantes favoritos. Se trata de la manera de cuidar los platos, del cariño y del interés en prepararlo, desde la elección de los ingredientes hasta la manera de servirlos. Obviamente, la comida está riquísima, todos los platos (y creo haberlo probados todos...) están exquisitos, pero en la Judería se va más allá. Difícil explicar la sensatez en el uso de especias, la felicidad de reconocer la frescura y la bondad de los ingredientes, el cuidado en la preparación del plato...Diría que comer en la Judería te hace conocer la otra orilla de la dieta mediterránea...provare per credere!  

Algunos amigos segovianos me han comentado que el restaurante tenía un problema en el servicio: era demasiado lento. A mi también me tocó esta mala experiencia (remediada con la educación y la gentileza, dicho sea de paso). Se debía, sin duda, a la falta de personal y digo "se debía" porque desde hace un tiempo el servicio ha mejorado con nuevos fichajes. Mejor dicho, la velocidad del servicio ha mejorado, porque el servicio en sí es perfecto: educados, gentiles y disponibles, pero nunca serviles o pesados. 

Si alguien está pensando que en estos sitios nunca sabes que pedir y que no quiere comer "cosas raras", que no se preocupe: el personal del restaurante es muy disponible a la hora de explicar y aconsejar los platos. Eso sí, ir para comer "una de croquetas, una de bravas y una de pimientos de padrón" no tiene mucho sentido...La cocina se luce con los platos del otro lado de la tradición.  

PD: aquí encontráis algunas fotos, más datos y más opiniones sobre el restaurante. 

miércoles, 1 de septiembre de 2010

La pizza que no te esperas

Septiembre, mes de nostalgia, aunque algunos afortunados programan aún una semanita de relax en una tierra de buen comer, me lleva a los recuerdos. No soy de buena memoria (lo cual es bueno si os olvidáis de felicitarme el día de mi cumpleaños: ¡nunca lo sabré!), sin embargo recuerdo la sorpresa que me llevé este verano con una pizza (soy así de sencillo).

Me habían hablado de un restaurante que hace "la mejor pizza de Madrid"...Sé perfectamente la cara que puse cuando me lo dijeron: otra "mejor pizza de Madrid"...pero, ¡¿cuantas hay?! Y, como decía el gran Corrado:...e non finisce qui! Resulta que la "mejor pizza de Madrid" la hacen en pijolandia...eh, justo allí, ¡en La Moraleja! Sí, la "lujosa urbanización residencial situada en el municipio de Alcobendas, muy cercana a la ciudad de Madrid".

Ahora bien, se sabe que yo tengo mis prejuicios y mis manías: soy mayor, ¿que le vamos a hacer? Entonces, si alguien me dice que se come bien en un restaurante hecho y pensado por gente adinerada y acostumbrada a tenerlo todo, yo no me lo creo y pienso que, claro, algún listillo vende una pizza por 20€ y alguien menos listillo la paga y piensa: "Si vale tanto, tiene que ser buena...". Vamos, como aquellos que eligen el vino por el precio (por esto Francia exporta tanto vino...). Eh, sí, soy así...

La información acerca de "la mejor pizza de Madrid" en La Moraleja (!) había sido borrada de mí memoria (creo que tengo neuronas-rémoras que se ocupan de limpiar mi cerebro...), pero el destino me llevó a cenar (en óptima compañía, por cierto...) muy cerca del restaurante en cuestión y, por comodidad (sí, también los pobres son vagos...), acepté cenar "la mejor pizza de Madrid". Así que ahora tengo que decir que la pizza del 'Café Pino' es una buena pizza, la mejor pizza que he probado en Madrid, ex aequo con la de mi (ex) pizzeria favorita (algún día hablaremos de ella...). Eso sí, podrían copiar las clásicas pizzas italianas e incrementar la oferta, o sencillamente poner en la carta la pizza que yo pedí: una 'prosciuto' (¡sic!) con champiñones (¡no tener una 'prosciutto e funghi' es un delito!).

PD: Ya sé que estáis pensando: restaurante en La Moraleja=restaurante caro...po', ¡no! las pizzas no son nada caras.

Un álbum: 'Napoli. Punto e a capo' (1992, Renzo Arbore e l'Orchestra Italiana).

sábado, 15 de mayo de 2010

La comida del domingo pasado (II)

Me esperaba un GP de F1 aburrido, así que pensé que lo mejor era ponerse a cocinar y de vez en cuando echarle un ojo a la tele (y desgraciatamente un oído al señor Lobato...).

Hace unas semanas hice unos canelones con una receta del ya famoso Jamie Oliver y no salió mal, pero me quedé con el mal sabor de tener que rellenar pequeños trozos de pasta e intentar que se quedaran enrollados. Así que me dije: "Las santas mujeres de mi familia como lo hacen?". Y, en plan aparición de pelis años '80, me vino a la mente la imagen de mi madre con una cuchara de madera en la mano que me decía: "...se puede hacer también con las crepes". Me parece que el mensaje era más que claro. Manos a la obra, pues.

Así que me lo arreglé para hacer crepes por primera vez en mi vida (se agradeció mucho la ayuda que una buena persona me dió), preparé un ragú de carne picada y una masa de huevo, requesón y un poco de queso fresco de estos que no tienen sabor para agrandar el relleno (más nuez moscada).

Todo al horno con mucho grana y albhaca. Parece ser que el resultado fue optimo. Vamos, yo me comí cuatro super canelloni y me quedé más a gusto...

jueves, 29 de abril de 2010

La comida del domingo pasado (I)

Terminado el primer gran desafío de este año, he podido volver a los fogones. Relajante, como siempre. Así que el sábado yo estaba pensando: "¿Mañana que voy a comer? Tengo tiempo y el domingo merece ser celebrado con una comida en condiciones...".

Pensé en lo típico: pasta alla chitarra con ragú misto, gnocchi con ragú di maiale o ravioli con salsa di pomodoro (tomate)...Está claro, eso es "típico" para mí (o lo era...): son los platos que yo comería en un 'domingo italiano'. De repente me acordé que hace poco una amiga me dijo: "ayer hice una pasta con gamberi, zucchine e zafferano..."

- "Buena idea", dije.
- "No tienes la receta...", contesté.
- "Desafío!", grité.

Lo primero: el tipo de pasta...Sin duda larga. Y si fresca, mejor...pasta alla chitarra! Está claro que había que comprar gambas (gamberi) y calabacín (zucchine). El zafferano (azafrán) en mi casa no falta.


La preparación del plato la improvisé y creo que me salió bastante bien...No quise poner nata así que utilicé un poco de vino blanco (no tenía caldo de pescado y las gambas venía ya cocidas y sin agüita...sí, de ésta que queda en la bolsita...da como asquete, pero puede ser útil) para que no se quedara demasiado seco e intenté no cocer demasiado el calabacín.

Creo que voy a repetir la receta pronto: sencilla, rápida y muy rica!

...ya sé, ya sé: está mal que lo diga yo que estaba rica. Pero desafortunadamente nadie me acompañó en el desafío. 'Desafortunadamente' para vosotros! jejeje!

Un libro: 'Espera la primavera, Bandini', John Fante.