lunes, 27 de octubre de 2008

Donde comen dos...: Exposición de motivos

Raquel y Massi comiendo al sol en La Quinta de El Pardo. / flickr photos from barvaron
Quién nos lo iba a decir: nos conocimos compartiendo sandwiches más o menos insuficientes en el 'recreo de la comida' de aquel Master, y ahora emprendemos esta iniciativa tripera, seguramente inspirada por el magisterio de gastrónomos de fuste de la casa como el desaparecido Xavier Domingo o el multiforme Fernando Point.

Después de aquellos paupérrimos almuerzos nuestra amistad ha discurrido en buena medida por los cauces del buen beber y el buen comer. El apetito y los antecedentes de cada uno así lo exigían. Raquel es un brote vivaz de ese 'lobby' leonés tan poderosamente arraigado en Madrid; de su estirpe le viene el gusto por la comida, aunque sea precisamente en el estómago donde se le suelan agarrar las preocupaciones... Massimiliano es italiano y meridional -pese a que la geografía desafíe esa catalogación: los Abruzos, de donde él viene y cuyos quesos de pastor tanto gustaron a Pla, están estrictamente alineados con Roma-; y esas dos condiciones son suficientes. En cuanto a mí... Algo hay también de asturleonés, y como de lo que se come se cría, supongo que el buen comer sencillito, que en mi caótica casa es de lo poco que siempre se ha respetado, tendrá que ver con esta concupiscencia que en ocasiones me domina.


Pero que el sibaristismo no nos eleve sobre el resto de mortales; eso acaba en un aristocratismo bastante patético. No. A casi todo el mundo le gusta comer bien. De ahí que esta pequeña posta en el hiperespacio nazca, como dirían en misiones -aprovechando que estamos en mes de Domund-, con vocación de servicio. Para paliar, en la medida de nuestras humildes posibilidades, el desamparo de los que parando en tierra desconocida prefieren el bocata a caer en la trampa del menú turístico; para difundir la existencia de los comedores que en nuestro muy corto bagaje hemos descubierto; y si es necesario también para alertar de los sitios indeseables con que nos hemos topado.



Tras mucho insistir, Raquel ha logrado que esta idea de corcho a tres bandas haya fructificado; a ver en qué queda. Esperemos no ser víctimas de la abulia generacional... Al menos el italiano es un tipo constante. Nos encomendamos al espíritu del gran Julio Camba: voluntad, rigor y sentido del humor. Sueño con el día que hagamos un post conjunto del Hispania, mi ciudad esmeralda gastronómica desde que Pumares lo glosara en su enloquecido 'Polvo de estrellas' y objeto de un libro importante de Arcadi Espada. ¡Que así sea, chavales!



(Foto vía Flickr: barvaron)