lunes, 5 de enero de 2009

Natale en casa de Massi

Desgraciadamente no pude disfrutar demasiado de las comidas navideñas: mi estomago ya no es lo que era. Por culpa de la extraña enfermedad que me golpeó sin piedad, viví momentos dantescos sentado con mis familiares o mis más caros amigos a la mesa. Digo "dantescos” por lo de la ley del contrappasso (veía pasar delante de mi platos increíbles y no podía comerlos...sigh!), no "dantesco" como se usa en España; ya tuve la ocasión de decir que me parece un uso improprio: ¿habeís leído la Divina Comedia o no? ok, ok, dejo de lado mi pedantería...No pude disfrutar de todas las comidas y cenas, pero logré el mínimo sindical...yuuuuuh!

En mi casa las cenas de Nochebuena son más bien sencillas, sobre todo si las comparamos con las prescripciones de la tradición. Según la vieja nostálgica, hay que cocinar y comer siete platos. Algunos, los más atrevidos, dicen 13. Creo que se trata de una tradición del sur de Italia, me parece raro que sea sólo abruzzese; de todo modo, lo del 13 me parece extraño... no es un número afortunado en la católica Italia (por cierto, es mi número de la suerte, incluso si ella, la suerte, no lo sabe...). Nunca hay que ser 13 en una mesa, ya que en la Última Cena eran 13 y sabemos como acabó aquello...Entonces, es extraño que se acepten 13 platos. Por otro lado, es Navidad, así que podemos pensar que la Tradición quiere enseñarnos algo, aceptando el 13 en la mesa: ¿en Navidad incluso los traidores son buenos? No se, puede...las tradiciones del sur siempre tienen su lógica.

Volvemos a la casa de las gardenias. Decía, cena sencilla: entrante de frutti di mare, spaghetti con il pesce y brodetto alla vastese. El brodetto, además de servir para condimentar los spaghetti, es el plato estrella de la noche. Bueno, más de la noche, es el plato estrella y punto. Se trata de una sopa de pescado tradicional de Vasto. Ahora, es el plato más famoso y más apreciado de la zona, pero en realidad es un plato popular (de popular a típico hay sólo un poco de marketing...). De hecho, en el brodetto no hay pescados caros, sino una mezcla de pescado de lo más común, como merluzas, gambas y calamares: los peces que los pescadores se llevaban a casa después de un duro día de trabajo.

Luego, cada uno tiene su filosofía para la cocción de la sopa. Hay verdaderos ritos para la buena preparación del brodetto. Lo esencial, para no ser pesado, es un buen pescado y una cazuela de barro. Como siempre, aconsejo no pasarse con la mezcla de peces: no es una menestra de pescado! Así, disfruté del Brodetto alla Vastese un año más y pienso repetirlo por mucho tiempo...


Un libro: Llamadas telefónicas, R. Bolaño.

1 comentario:

Martínez dijo...

Esa suerte que tienes, que el Brodetto sea el plato estrella. Por contundente que esté no dejará de ser una sopa, y la sopa normalmente es asequible a los estómagos más delicados... ¿Cuándo nos la haces, chaval? Correcta observación esa de que lo tradicional acaba siendo lo más apreciado. Es una ocasión de oro para poner un trozo de esa película de la que te he hablado varias veces, aquí llamada 'Que viva Italia'; el episodio de la trattoria con Gassman y Tognazzi... Ya verás.