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Después de esperar las colas interminables en el Tesco por un litro de agua, que es en realidad caldo, y de arrastrar tu pie para comprar unas sandalias porque es el segundo par que desgracias, te quedan pocas ganas de ponerte pejiguera a la hora de comer.
Del mismo modo, intentas reprimir ese impulso que te lleva siempre a entrar en cualquier franquicia conocida y engullir el último sándwich que se les haya ocurrido. Brainstorming entre los que saben y al gran Eduardo Suárez -otro leonés de pro- se le ocurre un “aquí te pillo, aquí te mato” muchísimo mejor.
Se llama Busaba y es perfecto si quieres huir de los siempre peligrosos, culinariamente hablando, alrededores de Oxford Street. Se trata de un tailandés limpio, amplio y económico (11-15 libras por barba aprox.). A pesar de ser céntrico, está bastante escondido (Bird Street, 8-13). Lo mejor es que no hay mucha gente, comes a tus anchas, incluso un día de julio. Los calamares (Thai calamari), el pollo al ajillo envuelto de crujientes hojas de bambú (Pandan chicken) y el arroz de coco (Coconut rice) están buenísimos. Todo de picoteo corrientillo y bajo recomendación para no pillarse los dedos ni salir con la lengua escaldada por una arriesgada y picante elección.
Pero una, que es curiosa y algo caprichosa, se escapa al día siguiente para probar un plato que se le ha quedado rondando en la cabeza: Pad kwetio, sabroso y abundante, sí, aunque esta vez, una diet coke no es suficiente: salida por patas con la lengua más que colorá a por esa agua-caldo del Tesco.
'London Calling' ('and burning', añado) - The Clash
3 comentarios:
Bienvenida al club dondecomendos. Me parece estupendo el guiño a la comida picante. Así que las leonesas de pro cuando visitan Oxford se vuelven todavía más spicy. Genial ;-)Ya estoy deseando leer tu próximo post
Como debe ser: tenemos que conjurar la tentación de recurrir a una franquicia planetaria cuando estamos en territorio desconocido. En cuanto al tailandismo, habrá que hablar pronto de dos buenos y asequibles de Madrid, el Oam Thong y el Krachai.
Momento 'Stop franquicias'...jejeje!
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